jueves, 17 de marzo de 2011

EN MI CAMINO


La vuelta empezó hace 48 horas mientras hacía una pequeña maleta con lo justo en mi casa de Saitama. Dos días en los que me desplacé a Osaka sin ningún problema en tren bala y, donde Luis, Patri, Raúl y Pili, me acogieron como uno más de la casa. Hemos sido una pequeña familia en tiempos difíciles. Que es cuando más se quieren las familias.

Nada más llegar a Seúl, bus y camino al hotel. Me toca hacer noche y hasta me gusta. Abro el escritorio de mi correo electrónico habitual. 888 mails me esperan después de un par de días sin poder actualizar. Pero ahora es mi tiempo, voy a darme un baño y a salir a cenar por la capital de Corea del Sur. Mi estado me lleva a meterme en la taberna más tabernera que encuentro. Los parroquianos parecen inquietos con mi llegada. No pasa nada, tengo paciencia para aguantar las primeras impresiones. En media hora ya empiezan a hablarme, y tras el ritual de iniciación, ya me han aceptado en la manada. No dejan que pague ni una ronda, me invitan a cenar y a todo de todo. Y además me despiden con abrazos. Sin saber como expresar mi agradecimiento, me vuelvo a mi hotel. Esto me hacía mucha falta.

Miro adelante, pero no sin dejar de mirar atrás. Es tiempo de hacerse útil y devolver todo lo recibido. Eva me recomendaba desde París que pusiera este enlace, pinchar aquí por favor todos los que queráis ayudar a Japón en esto que le ha tocado sufrir. Cualquier gesto es bienvenido. Mil gracias por vuestra ayuda. Sois unos genios.

Ahora puedo volver a afrontarlo todo con fuerza. Después de mi baño y cena, ya son 981.

Pero mañana será otro día.

¡Un abrazo!

9 comentarios:

  1. Tu te haces querer en cualquier punto del planeta tierra en el que te encuentres.
    Te mando desde aquí un abrazo enorme, que eso nunca está de más en la maleta de uno. Buen viaje... Un beso amigo

    ResponderEliminar
  2. Pero será posible!ya esta bien de hacerme sentir con ganas de achucharre!!mecawen...jejeje.me encanta que te hayan recibido tan bien allí donde vas,esperemos que aquí podamos igualarlo o superarlo...Besikos

    ResponderEliminar
  3. uff..que ganas de que estes en casa, y eo que yo ni estoy...!!! pero estaré lo justo pa q discutamos unas 30 veces..jajaje! Achuchón el q te va a dar mamá..pobrecica! ;) buon viaggio fratello!

    ResponderEliminar
  4. Lo que a mi no me ha acabado de quedat claro es en qué lengua te comunicabas con nuestros amigos coreanos. Inglés? En serio? Catalán? Ô_ô

    Buen viaje y aprovecha la barra libre del avión para no perder el ritmo.

    ResponderEliminar
  5. Qué bien, que bieeeeeeeen...!!!por fin Chiqui en casita!!!No sabes el alivio que dejas, en serio. Hemos seguido tus pasos a cada momento, porque es verdad, te haces querer un montón, no me extraña que allá donde vayas te traten así, eres una persona estupenda.
    Yo no sé si han alarmado los medios mucho y es menos de lo que dicen, pero desde luego que no pinta nada bien, imagino a tu madre estos días (aunque todos estabamos nerviosos!!!)Es lo mejor que has podido hacer.

    Muchos besooooooooooooooooos!!!!te pegaba un abrazaco chavaaaaaaaaal.

    Marta

    ResponderEliminar
  6. que tengas un buen viaje, y espero que pronto puedas regresar a tu otra casa. La de Japon

    ResponderEliminar
  7. Seguro que a los del bareto les pareciste de lo más exótico ¿no?.
    Que pronto vuelvas a tu día a día.
    Muxus (o sea: besos).

    ResponderEliminar
  8. Merche: muchas gracias! Y además no pesan! ;)

    Carol: ha sido una gran acogida pequeña! un besaco1

    Chopi: sisisi...ven pronto!! :))

    Joel: el idioma no estaba demasiado claro...comunicación humana!

    Marta: gracias por el abrazo!! Contento de volver por casa!!

    Raul: ya echo de menos mi otro hogar...pero pronto estaré con ellos de nuevo!

    Sol: me miraban como si fuera de otro mundo...jejeje...estuvo muy gracioso!

    Gracias por comentar! Un abrazo grande a todos!!

    ResponderEliminar
  9. Un largo camino, te habrá dado tiempo a pensar de todo durante el viaje, me imagino, y ver los puntos buenos y puntos malos de ese retorno forzado. Pero seguro que después del reencuentro con tu familia sólo quedan sentimientos positivos y vuelves a ser feliz.

    Ánimo que ya verás como dentro de poco volvemos a vernos en Asakusa para tomar unas cañas. Yo vuelvo en una semana.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar